¿Cuándo y dónde se pule el hormigón?

Pulir el hormigón es muy frecuente para embellecer las superficies pavimentosas realizadas en este material. Suele usarse tanto en interiores como exteriores de centros comerciales, cines, talleres, oficinas…

Su durabilidad y alta resistencia hace que supere al hormigón normal. Su acabado es muy liso y con un alto brillo. También se puede conseguir un acabado con color si el hormigón previamente ha sido teñido.

El proceso de pulido de hormigón es muy similar al de lijado de madera, aunque los materiales abrasivos varían.

 

¿Cómo se pule el hormigón y qué maquinaria necesitaremos?

1. Preparación del hormigón:

1. El primer paso es pavimentar la superficie a pulir preparando la mezcla teniendo en cuenta el uso de fibras, y esparciéndola por toda el área. Para la mezcla será necesaria una hormigonera y un vibrador de hormigón para permitir su correcta distribución. En este paso, podemos añadir colorante a la mezcla si queremos un suelo o pared de color. Los pigmentos se verterán en la mezcla. A este procedimiento se le llama vertido de color integral. Si por el contrario, decidimos hacerlo mediante el proceso de color fundido, se añadirán los pigmentos secos sobre el hormigón húmedo en el paso 2 y 3.
2. Después de esto, se comenzaría con la nivelación mediante el encofrado.
3. El tercer paso es dejar que el hormigón seque durante 3-4 días. También se puede humedecer con agua y tapar con un plástico para impedir que haya grietas.

2. Pulido de hormigón:

1. Se realizará el primer pulido de hormigón. Éste puede ser pulido en seco o en húmedo. Realizaremos un pre pulido con una amoladora de hormigón con un disco de diamante, como la HILTI DGH 130 si es vamos a trabajar sobre muros. Sobre el pavimento usaremos una pulidora de hormigón como la Husqvarna S26 and PG280 grinder. Este proceso se repetirá varias veces hasta que no encontremos ningún error en la superficie. Con ella vamos a trabajar la superficie.
2. Una vez rectificados los errores, se le dará forma con discos diamantados, primero fuerte y luego suave. Si no es posible, podemos utilizar una máquina de cantear para nivelar. Después, podemos continuar con los discos metálicos, utilizando el grano de arena más fino hasta obtener el punto de suavidad deseado.
3.  En este paso, trabajaremos el densificado de hormigón y el pulido de polímeros. Para ello, utilizaremos el grano extra-fino. Esto le dará un aspecto muy bonito, y con un brillo similar al vidrio.

¿Qué es más recomendable para pulir el hormigón, en seco o mojado?

1. Pulir hormigón en seco: el pulido de hormigón en seco se recomienda cuando no existen riesgos para la salud, ya que se genera mucho polvo, aunque actualmente existe en el mercado maquinaria que recoge el polvo a través de un aspirador integrado. Es útil en superficies muy desgastadas o que han sufrido un mal mantenimiento. Os dejamos un vídeo para que os hagáis una idea:

2. Pulir hormigón en mojado: Si nos es posible hacerlo en seco, podemos recurrir a hacerlo en mojado donde el polvo quedará a ras del suelo.

 

¿Qué acabados podemos darle al pulido de Hormigón?

Mediante el pulido de hormigón podemos conseguir un acabado:

• Mate
• Satinado
• Brillante

Para conseguir cada uno de ellos es necesario el uso de discos cada vez más finos. Después de cada fase de pulido, tanto el pavimento como la pared deben limpiarse con una fregadora industrial, que recoge el lodo producido por el pulido y deja el suelo limpio.

Cada acabado implica varios pasos de pulido utilizando diamantes cada vez más finos. A mitad del proceso, se aplica un densificado para reforzar la superficie de hormigón. Para finalizar, se aplica un sellado impregnador que hace que el pavimento sea más resistente a la absorción de líquidos.

 

Ventajas de tener un pavimento pulido

• Soporta la humedad, ya que es muy impermeable y hace que el hormigón no se deteriore.
• Es un gran antimanchas, facilitando así la limpieza.
• Es personalizable, ya que como hemos comentado se puede colorear.
• Está hecho con un material casi inquebrantable, que se va endureciendo con el paso de los años. Además, aguanta cargas muy pesadas. Es ideal si quieres un suelo resistente.