Cómo usar un taladro de columna

¿Qué es un taladro de columna?

Un taladro de columna es una de las máquinas más fuertes y precisas para hacer perforaciones en diferentes materiales. Se caracteriza por mantener una posición vertical o inclinada fija que permite obtener perforaciones profesionales y de gran precisión.

Son muy utilizados en el ámbito de la construcción para perforar hormigón, realizar conductos de fontanería, ventilación…

La perforación en materiales duros como el hormigón se realiza en húmedo para evitar el sobrecalentamiento.

 

Partes de un taladro de columna

Este taladro se caracteriza por tener:

  • Una base sobre la que se apoya la superficie a trabajar, ya sea en el suelo o en la pared.
  • Columna donde se justa el taladro.
  • Escala de graduación de profundidad para establecer la medida exacta de la profundidad del agujero.
  • Cabezal o cuerpo del taladro para la perforación.
  • Una palanca de penetración.
  • Caja o panel con velocidades.
  • Un portabroca o madril.
  • Brocas de diamante de distintos diámetros.

 

¿Cómo funciona un taladro de columna vertical?

Su funcionamiento es similar al de un taladro manual, pero con un sistema de sujeción diferente. Los primeros pasos son:

  1. Fijar la base sobre la superficie a trabajar.
  2. Ajustar la posición, ya sea vertical o en ángulo.
  3. Fijar la broca deseada. En el mercado existen diferentes modelos según la perforación que se necesite. La más común es la broca de diamante.
  4. Fijar la profundidad de perforación mediante la palanca de ajuste de la columna.
  5. Designar la profundidad de perforación de la broca.
  6. Conectar la broca a la red eléctrica.
  7. Accionar para realizar el agujero.

Los modelos más modernos poseen un panel digital que indica la información de la perforación.

 

¿Cuáles son los consumibles de un taladro de columna?

Los taladros de columna necesitan unos consumibles muy particulares llamados brocas corona de diamante. Este material permite hacer perforaciones en materiales muy duros o gruesos como el hormigón o la mampostería.

Encontramos modelos desde los 18 mm hasta los 500 mm tanto para trabajos en húmedo como en seco.

 

También podemos encontrar en el mercado placas para afilar las brocas y alargar así su vida útil.