6 Pasos para hacer un buen vibrado del hormigón

¿Qué opciones tengo para el vibrado del hormigón?

No podemos olvidar, que para conseguir una estructura de hormigón bien compactada, resistente, duradera y sin imperfecciones, es importante realizar un buen vibrado del hormigón.

Cuando vamos a trabajar con hormigón, debemos tener a la mano las diferentes herramientas destinadas para ello: vibradores externos, agujas de alta frecuencia o convertidores electrónicos, reglas y, por supuesto, una hormigonera para asegurarnos un buen mezclado y hacer el vertido.

Como hemos explicado en otros en artículos, la primera herramienta que utilizaremos para el trabajar sobre el vibrado del hormigón, es la aguja de alta frecuencia o convertidor electrónico. Centrándonos en él, os detallamos los pasos para conseguir la mejor durabilidad del concreto armado.

 

¿Qué pasos debemos seguir para un buen vibrado del hormigón?

  1. Introducir la aguja correctamente:

Dado que lo que buscamos es la mayor resistencia del hormigón, es importante que la aguja entre de manera rápida y siempre en posición vertical a intervalos regulares. Si lo hacemos lentamente, las capas superiores pueden compactar antes y quedar aire atrapado.

Esta operación la repetiremos por todo el vertido, pero nunca arrastraremos el vibrador horizontalmente, sino que sacaremos e introduciremos de nuevo la aguja.

Es recomendable que los intervalos en los que el vibrador esté dentro del armado sean cortos.

 

  1. Extraer la aguja correctamente:

Al igual que hemos hablado de que la aguja debe entrar en el hormigón de manera rápida y vertical, la extracción debe ser lenta y en ángulo inclinado para evitar que la superficie quede marcada.

 

  1. Atender al radio de acción para una compactación efectiva:

Normalmente el fabricante dará unas pautas para sobre la distancia mínima que debe quedar entre los puntos de vibrado. Dependerá del diámetro de la aguja principalmente. Aunque siempre debemos tener en cuenta este dato, no podemos exceder este rango en menos de la mitad de lo recomendado. Esta medida es más que nada para evitar que haya un solapamiento en la estructura.

Por ejemplo, si tomamos como referencia una aguja de 5 cm de diámetro, dejaremos de 8 a 10 veces el diámetro de distancia para determinar el radio de acción.

Recuerda que la profundidad del vibrador debe incluir tanto las capas más superiores como las inferiores y no tardar mucho entre una y otra para evitar las juntas frías.

 

  1. Cuida los movimientos internos:

No agitaremos el vibrador dentro del hormigón. Evitaremos los cúmulos pinchando en ese lugar sino más bien a su alrededor para permitir que se distribuya.
En las primeras tongadas es importante pasar el vibrador por los recovecos. Evitaremos también golpear los encofrados.

 

  1. Atiende a los sonidos y el estado de la superficie:

Veremos que el hormigón está bien vibrado cuando la superficie es más compacta, más brillante y que deje de salir burbujas de aire.
También notaremos si se produce un cambio en la nota del ruido que produce el vibrador.

 

  1. Ten en cuenta un revibrado:

Para asegurarte que todo el proceso anterior tiene mayor consistencia y resistencia, puedes considerar hacer un revibrado después de 2 a 4 horas.